Durante estos últimos días he estado en el Congreso Mundial de Justicia Juvenil, en Ginebra, una buena oportunidad de acercarse a lo que se hace en justicia penal juvenil en otros lugares del mundo, algunos bien lejanos a España. En mi intervención hablé de cómo se podría enfocar una justicia juvenil con enfoque restaurativo, y es que cuando pensamos en Justicia Restaurativa y en su concepto, nos viene a la mente definiciones como la siguiente como cualquier proceso que permita a la víctima y al infractor participar activamente, si dan su consentimiento libremente para ello, en la solución de los problemas resultantes de la infracción penal con la ayuda de un tercero imparcial ( DIRECTIVA 2012/29/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 25 de octubre de 2012 por la que se establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las víctimas de delitos)
Estas definiciones y algunas otras están enfocadas en el encuentro en sí mismo entre víctima e infractor y nos hace olvidar que Justicia Restaurativa es mucho más que mediación penal y que encuentros entre víctima e infractor
Se puede actuar de forma restaurativa con el joven infractor y con la víctima individualmente, ¿cómo? pues partiendo de algunos valores de la justicia restaurativa y tratando de que el joven se responsabilice del daño, acepte la reparación a la víctima no como un castigo sino como una necesidad moral y que todas las medidas que se le impongan estén encaminadas a que comprenda que no debe delinquir porque no quiere volver a dañar a otra persona y por supuesto, la comunidad le va a apoyar en este camino al cambio positivo y productivo. El posible encuentro restaurativo será el último escalón, el ideal, si se puede dar será estupendo pero sino se puede, siempre sera posible actuar de forma restaurativa y no solo con el joven infractor sino con la víctima.
No obstante, tras escuchar parte del congreso, me he dado cuenta de que todo el mundo habla de justicia restaurativa, todos parecen conocer la justicia restaurativa ( lo cual me parece importante) pero nadie de los que escuché, comentó en qué consistían sus medidas restaurativas, cómo entendían ellos la justicia restaurativa, o en definitiva qué forma de aplicar la justicia restaurativa, tenían en sus países. Es como si la palabra nos sonara muy conocida pero más allá de eso, no supiéramos discernir o explicar por qué nuestra actividad está siendo restaurativa, o la consideramos restaurativa. Creo que es hora de perfilar en cada país, cuales son los criterios restaurativos que están siguiendo y por qué consideran que son acordes con el espíritu de la justicia restaurativa. Sin duda, en España, todavía tenemos metido en la cabeza que toda la justicia restaurativa se reduce a mediación penal, lo cual es erróneo pero también es cierto que en otros lugares del mundo tienen insertado a fuego, la idea de justicia restaurativa, pero nadie explicó cómo y en qué medida están siendo y actuando de acuerdo a esta justicia, me hubiera gustado ver prácticas restaurativas, ya fueran totalmente o solo parcialmente restaurativas. Solamente escuché a un representante de Nueva Zelanda hablar brevemente de qué utilizan las conferencias de familia para jóvenes infractores, lo cual me resultó muy interesante y personas de Brasil que también expusieron y compartieron además conmigo, su forma de abordar y entender la justicia restaurativa. Necesitamos un Congreso donde se vean las diferentes aplicaciones prácticas de la justicia restaurativa tanto en jóvenes como en adultos, para poder compartir, aprender de otras culturas y recoger lo que nos pueda hacer crecer y evolucionar en nuestra forma de ver, entender y aplicar la justicia restaurativa.
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