"Charlie Hebdo" saldrá este miércoles, tras los terribles atentados que acontecieron la semana pasada, con un mensaje claro : "todo perdonado". El perdón genera mucho debate, muchas opiniones contradictorias, bien lo sabemos los que nos dedicamos a la Justicia Restaurativa, ya que con frecuencia se asocia esta Justicia al hecho de perdonar. Siempre recuerdo a las personas que van a participar en un proceso restaurativo que perdonar es algo muy personal, y que la Justicia Restaurativa no tiene ese objetivo, otra cosa es que el proceso restaurativo haga que las partes dejen de verse como objetos y empiecen a considerarse como personas que son, lo cual sin duda, significa que los procesos restaurativos en si mismo,hacen que el perdón pueda llegar a surgir de forma espontánea. Conozco personas que acudieron a un proceso restaurativo, diciendo claramente que no iban a perdonar, y al final de forma espontánea surgió en ellos el deseo de perdonar y también conozco el caso contrario, ambas posibilidades se contemplan en los procesos restaurativos y ambas deben tenerse en cuenta. Sin embargo, reconozco que para las víctimas perdonar es positivo y por eso entiendo al Charlie Hebdo cuando dice que todo está perdonado, perdonar es "liberador" para las víctimas. El delito las une a los delincuentes pero de una forma totalmente desequilibrada, y perjudicial para la víctima, por eso sin duda, es necesario que deje de estar unida a la persona que la ha causado un daño, y la mejor forma de liberarse es perdonar. Este perdón va a favorecer, más que al infractor a la víctima, pero para eso debe ser genuino y sincero. Para adentrarnos es que significa este perdón, lo primero sería ver cual puede ser la definición; perdón es la repuesta moral de una persona a la injusticia que otra ha cometido contra ella. Uno puede perdonar y sin embargo no reconciliarse (Robert Enright)
Con su perdón no va a borrar el mal que le ocasionó el infractor pero va a poder recordarlo sin dolor. Habrá reescrito su “historia” incorporando el delito sufrido como un aspecto más de su vida, lo recordará pero sin amargura, porque gracias al perdón habrá podido “cicatrizar”o empezar el largo camino hacia la curación de las "heridas" del delito.
Si se desea obtener estos beneficios que el perdón genera, el paso más importante es que la víctima se perdone a si misma. La víctima debe darse cuenta de que lo que ha sucedido no es su culpa, que es una persona digna de respeto y que no se merecía sufrir el delito. Se debe valorar como persona para que el proceso del perdón sea eficaz y verdadero. Se trata en definitiva de que la víctima se reconcilie consigo misma y con su entorno para que luego el perdón produzca los beneficios deseados.
Posted: 13 Jan 2015

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