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30 de nov. de 2013

Curso de Práticas Restaurativas


La Justicia Restaurativa, hace frente a los daños emocionales que conllevan los delitos

Cuando pensamos en el daño causado a las víctimas, especialmente si lo son de delitos graves, solemos ver los daños materiales, y es que jurídicamente los daños se valoran y  se intentan reparar a través de su cuantificación, en dinero. Sin embargo, además del daño material, y en delitos muy graves la pérdida de un ser querido, hay una serie de daños morales y psicológicos que en ocasiones, como no se pueden tasar quedan sin repararse o al menos sin la debida  ayuda para mitigar sus efectos. 
¿A qué me estoy refiriendo? Pues cuando se sufre un delito, todo sobre lo que se había construido una vida más o menos feliz se quiebra, la víctima pasa por una crisis acerca de la concepción del mundo. 

Solemos pensar que si somos buenos, nada malo nos va a pasar, pero al sufrir el delito esto cambia radicalmente, y hace que las víctimas se pregunten ¿por qué a mi? ¿por qué si soy buena me pasan cosas malas? ¿será que el mundo es un lugar peligroso ? ¿ya no me puedo fiar de la gente de mi alrededor?. Esta crisis acerca de cómo concebimos el mundo y sobre la desconfianza en nuestros semejantes, es un daño psicológico grande que impide a muchas víctimas dar los primeros pasos hacia su curación. 

Se hace complicado decir que las víctimas necesitan reintegrarse en la sociedad igual que los infractores, si éstas han dejado de creer en ella, piensan que todo el mundo es  peligroso y viven atenazadas por el miedo, a que algo malo vuelva a sucederlas. Es una crisis de confianza que hace que tanto víctimas directas del delito como las indirectas ( la comunidad) necesiten respuestas y sobre todo poner rostro al delincuente que hay tras el delito, y así recuperar parte del sentimiento de seguridad perdido. Por eso, la justicia restaurativa se presenta como un complemento interesante para la Justicia tradicional así mientras que esta última solo se ocupa y no como objetivo primordial, del daño material, la Restaurativa aborda las consecuencias del delito de una forma global y prestando especial atención, precisamente a estas cicatrices emocionales y psicológicas que el crimen ha causado en las víctimas. Para unas el encuentro con el infractor, servirá para ver que el delincuente es una persona y que no todos los seres humanos son potencialmente delincuentes, para otras el poder expresarse, desahogarse será suficiente...pero lo que está claro es que sino se aborda de una forma restauradora estos daños psicológicos, morales y emocionales, las víctimas no podrán dejar de sentirse víctimas y vivirán "encerradas" en un teórico mundo cruel.


Posted: 29 Nov 2013

28 de nov. de 2013

Acerca de los procesos restaurativos para violencia de género, y su eficacia

El pasado lunes, se celebró el día mundial de la eliminación de la violencia contra la mujer y a pesar de las medidas de concienciación y el endurecimiento de la ley, los casos no han disminuido, al menos en España.
Y como siempre hay voces que reiteran la no viabilidad de la mediación para estos crímenes, que se han convertido en una auténtica lacra social. Sin embargo, la negativa de ciertos colectivos para admitir esta institución es fruto de la confusión de conceptos y de la poca visión realista de cómo la Justicia tradicional, trata muchos de estos casos. La realidad es que en muchos asuntos el maltratador durante el proceso penal tradicional, se pone en una actitud defensiva y pasiva,  que no favorece a la víctima ¿por qué?
Ante los Tribunales los hombres violentos no tienen que explicar o explorar su comportamiento agresivo, él lo negará, tratará de probar su inocencia y sobre todo el juicio crea incentivos para reforzar la negación del delito. El maltratador ante la acusación de la fiscalía, suele ser más propenso a justificar la agresión.
Los costes del juicio y de las penas, afectan a toda la familia con la consiguiente presión para la mujer, produciéndose en muchos casos lo que se llama la victimización secundaria.
La víctima es un mero testigo. Las necesidades reales de las víctimas y en este caso, de las mujeres maltratadas suelen ser diferentes pero no interesan al tribunal,  incluso suele convertirse en una prueba testifical, “mera carnaza” para condenar o absolver al maltratador.

Otro problema surge por la confusión de los conceptos entre mediación, mediación penal y Justicia Restaurativa, esto es un problema no ya de los colectivos sino de los profesionales, que como “teóricos” expertos hablan de mediación y violencia de género, cuando lo apropiado sería al menos hacer referencia a mediación penal.
Por supuesto, que la mediación de forma genérica no sería viable para los delitos de violencia de género y general para ninguna clase de delitos, al menos para los más graves. Porque en la mediación (civil, familiar…) las partes son contendientes y se trabaja sobre la hipótesis de que ambos contribuyen en mayor o menor medida al conflicto y ambos se comprometen para alcanzar una solución. Obviamente la mediación en delitos, en este caso de violencia de género, supondría tanto como decir que la maltratada tiene parte de culpa en el delito sufrido y que debe ceder para llegar a un acuerdo. Esto no es viable porque hablamos de un delito serio, no de un simple conflicto, no hay dos partes en igualdad de condiciones, sino víctima e infractor. No se mediará sobre la culpabilidad o inocencia y no hay expectativas para que la víctima pida o se conforme con menos para hacer frente a sus pérdidas.
En cambio aunque la mediación no sería viable, si lo sería la mediación penal, como una herramienta de la Justicia Restaurativa porque parte del desequilibrio psicológico y/o moral existente entre víctima e infractor y con mayor razón entre maltratador y víctima. Aunque el mediador o facilitador será neutral con ambos, no lo será con respecto al delito, por lo que sí existe el reproche social. Asimismo si se trata de un delito serio, no será una alternativa al proceso penal sino un complemento. La mediación penal es sobre todo un diálogo impulsado, con el énfasis en la curación de la víctima, rendición de cuentas del maltratador y restauración de las víctimas. Al considerar la mediación penal como un proceso restaurativo se evita el lenguaje típicamente neutral de la mediación y que a todas luces resulta ofensivo para las víctimas. Los procesos restaurativos son privados pero no exentos del reproche público,  ni ajenos a los tribunales, especialmente en delitos más graves. Por eso, estos procesos si están dotados de la censura pública. Todo resultado restaurativo (con o sin acuerdo) será llevado de vuelta a los tribunales para su ratificación, no se trata de eximir de pena, sino de intentar que a través de la asunción de sus acciones pueda reflexionar para no volver a maltratar pero siempre tendrá el reproche por su actitud delictiva y la sanción jurídica.
Y es que los procesos restaurativos como la mediación penal fomentan y promueven una actitud activa y constructiva:
Mientras que la Justicia Retributiva se centra en la culpa, culpabilidad y lo que ocurrió en el pasado, la Justicia Restaurativa se centra en el presente, pasado y futuro, con el maltratador tomando la responsabilidad por sus actos abusivos. Se trata de responsabilizar al agresor para que junto con el apoyo de la comunidad tome medidas para el cambio de comportamiento.
La Justicia Retributiva se basa en una relación adversarial y un proceso normativo, y para la Justicia Restaurativa la preocupación principal es la protección de la víctima y la rendición de cuentas del infractor.
La Retributiva ve al delito y al maltratador como el individuo frente al estado, mientras que la Restaurativa trata al delito como un combinado de factores, entre ellos presencia de opresión y sexismo en la sociedad, incapacidad para hacer frente a las emociones y acciones de una persona contra otra más vulnerable.
La Justicia Retributiva deja al margen la comunidad, quedando representada por el estado y en la Restaurativa la comunidad interviene de forma directa para con el maltratador, intentando que cambie y ayuda a la víctima, siendo gran aliada en el proceso de curación de la maltratada y de transformación del maltratador.
Para la Justicia Retributiva, la rendición de cuentas del infractor se define como la asunción del castigo (cumplimiento de la condena) mientras que para la Restaurativa la rendición de cuentas del maltratador se define como la comprensión por este del impacto de su acción, su conformidad para participar en un proceso, como el restaurativo en el que se van a examinar sus pautas y valores y se tomará las medidas para cambiar estos valores. Además la víctima tendrá voz en esta rendición de cuentas.
La Retributiva, se centra en el comportamiento pasado del maltratador y la restaurativa, en las consecuencias dañosas del comportamiento  del maltratador.
Con la Retributiva todo es gestionado por profesionales mientras que la Restaurativa, da participación directa a víctima y maltratador, dándoles oportunidad de hablar en un lugar seguro. La participación de otras personas (familiares y allegados entre otros) debe permitirse para concienciarlos y darlos conocimiento de la dinámica de la violencia de género.
Para que los procesos restaurativos sea cual fuere su herramienta tengan eficacia hay que tener en cuenta:
Centrarse en el daño.
Se debe explorar la línea de abusos para conocer el alcance y la naturaleza de esta violencia en la pareja, así se aumenta la concienciación y seguridad de la víctima.
Seguridad de la víctima
Hay que reconocer que la mujer que sufre violencia, se encuentra en mayor riesgo  de sufrir más violencia. Se debe maximizar la seguridad para ello, es esencial el dialogo constante con la víctima, acerca de su sentimiento de seguridad.
Rendición de cuentas
Se debe distinguir entre reconocimiento y responsabilidad. La responsabilidad va más allá del reconocimiento de que las decisiones para perpetrar la violencia sobre la mujer son erróneas. Si partimos del reconocimiento de que su conducta no ha sido adecuada, se puede conseguir un cambio de actitud más positivo.
Oportunidad para el diálogo y la restauración
Animar a la persona dañada a hablar sobre la violencia y su impacto es esencial. Potencia la voz de la maltratada, lo que es una forma de darlas poder.
Aunque la Justicia Restaurativa no es el remedio absoluto para todos los casos, sí para muchos de ellos y es una forma eficaz de parar el maltrato. Los procesos restaurativos se revelan como una opción más eficaz,  ya que fomentan la asunción de responsabilidad del infractor y favorecen la curación, atención y ayuda de la víctima de una manera más satisfactoria, sin excluir el reproche público, ni justificar el delito y sin dejar fuera a los operadores jurídicos.

No todos los maltratadores cambiaran, pero si tendremos  víctimas más fuertes.

Criminología y Justicia . Posted: 27 Nov 2013

Otras víctimas de los delitos: la comunidad

Cuando se habla de víctimas se piensa automáticamente en la persona que sufre el daño, el que directamente es afectado por el delito, este suele ser el concepto jurídico que se tiene en cuenta por la justicia tradicional. Aunque esto ha ido evolucionando y por ejemplo, el estatuto de la víctima, ya tiene en cuenta a los indirectamente afectados, como los familiares de los fallecidos. 
Sin embargo, la realidad es diferente, y es que existen otras víctimas que si bien no sufren el daño directamente, lo que padecen es el impacto que el delito tiene, sufren sus consecuencias. No son directamente afectados por el delito, pero si indirectamente, por todo lo que conlleva el delito cometido. ¿Quienes son estas personas?

Estoy pensando en la comunidad, que cuando ve que un delito se ha cometido, especialmente si es en su entorno geográfico más cercano, tienen una pérdida sino material si, psicológica, pierden su sentimiento de seguridad, ( piensan "si esto ha ocurrido aqui cerca, también me puede pasar a mi"....) y sobre todo sufren la pérdida de la confianza en los demás, y afecta a su forma de relacionarse con los restantes miembros de la comunidad (se piensa que cualquier persona de nuestro entorno, como vecinos o conocidos pueden ser potencialmente infractores...) todo esto va "minando y afectando" a cada uno de los miembros de la comunidad, que aparentemente vivían de forma pacífica y se sentían medianamente seguros .
También los allegados del infractor pueden ser víctimas, porque como miembros de la sociedad, sufren las consecuencias y el estigma de ser parientes del delincuente, pueden ser señalados, pueden sentirse culpables por el delito cometido, y en definitiva esto también afecta a su forma de relacionarse con los restantes miembros de la comunidad, se sienten aislados y pueden también desconectarse de ella. 
Así, el delito lo que hace es generar daños directos en una o más víctimas pero indirectamente afecta a todas las personas, y lo que hace es quebrar la forma de relacionarnos los unos con los otros, desquebraja los lazos sociales, y el sentimiento de pertenecer a un grupo , a una comunidad. La Justicia tradicional solo aborda el delito como una violación de la norma ( el estado como víctima primera) y que tiene una serie de daños en alguna persona ( la víctima directa del delito, como víctima secundaria), pero realmente no aborda cómo el crimen también daña a la sociedad en general. 
Por eso, no gestiona el delito y su impacto de una forma constructiva y activa, favoreciendo la asunción de responsabilidad y la sanación de todos los afectados, de una u otra forma por el delito. Frente a esto la Justicia Restaurativa se presenta como una filosofía que aborda el hecho delictivo de una forma global y sanadora, favoreciendo la responsabilización, sanación de todos: víctimas, infractores y comunidad y fortaleciendo los lazos sociales. Como ya he dicho en muchas ocasiones, con esta justicia reparadora, el respeto, responsabilización y la relación entre los ciudadanos,  son elementos esenciales y determinantes.

Posted: 27 Nov 2013

27 de nov. de 2013

¿Es nuestra actividad totalmente restaurativa o solo parcialmente?; algunos indicios

Alguna vez he hecho referencia a los pilares y las características de la Justicia Restaurativa, no es una norma general, no hace doctrina pero si es un indicativo de que lo que hacemos tiene un enfoque restaurativo. Precisamente hoy quiero hablar de unos indicios que nos muestran si la labor o actividad que hacemos, es más o menos restaurativa. Esto significa que podemos realizar una actividad con enfoque restaurativo pero no totalmente, dependiendo de si se cumplen todos o algunos de los indicios o características, y éstas son las siguientes:

1. Se debe ofrecer una oportunidad para el encuentro

2. Se debe poner énfasis en la reparación del daño. Algunos daños no podrán ser reparados pero pueden hacerse cosas para que si bien no se repara el daño, se puede aminorar o bien proporcionar una satisfacción moral, como por ejemplo: las disculpas, acciones que hagan ver a la víctima que será difícil que se vuelva a cometer un nuevo delito...

3. Se debe tener como objetivo primordial reintegrar a la víctima y al infractor. Víctima e infractor necesitaran ayuda en su esfuerzo por reintegrarse de nuevo en la sociedad como un miembro más.El infractor necesitará ayuda para cambiar su comportamiento, y aceptar que la reparación es una prestación socialmente constructiva. La víctima necesitará asistencia para recuperarse del delito.

4. Se debe posibilitar la inclusión de la víctima y del infractor en todos los procesos restaurativos. Aunque la víctima no quiera participar en un proceso restaurativo se la pueden ofrecer otros cauces como por ejemplo estar representada por un tercero. Lo mismo ocurrirá si el infractor, no quiere participar o no está identificado ya que se pueden buscar alternativas que también supongan para la víctima un encuentro sanador.

(la imagen elaborada por Ted Watchel del Instituto de Prácticas Restaurativas, muestra cómo una actividad puede ser totalmente restaurativa o solo parte, lo cual dependerá para él,  básicamente de los agentes implicados, si son solo víctima e infractor o si incluye también a la comunidad)


Posted: 26 Nov 2013

26 de nov. de 2013

La Justicia Restaurativa puede implicar diferentes cosas para cada víctima y cada infractor

La semana pasada fue la semana de la Justicia Restaurativa, que surgió para dar promoción y publicidad a esta forma de entender la justicia y yo diría, a esta forma de hacer justicia, más justa, aunque parezca una redundancia. Por eso, proponíamos desde la Sociedad Científica de Justicia Restaurativa, un juego en el que cada uno al pensar en Justicia Restaurativa, dijera una palabra relacionada. El juego en si, no tiene importancia sino fuera porque está claro que la Justicia Restaurativa es una filosofía, una forma de enfocar la justicia de manera más humana, individualizada y adaptada a cada víctima, cada infractor y sus circunstancias personales y sociales, sin embargo, al afectar a personas, a seres humanos, cada víctima y cada infractor debe encontrar su propio camino hacia la Justicia Restaurativa.

 Me explico, para alguna víctima esta justicia, significará diálogo y desahogo, para otras será empoderamiento y control, otras lo verán como algo liberador y así habría infinidad de posibilidades, tantas como víctimas, y de la misma manera podemos pensar desde el punto de vista del infractor( para unos significará arrepentimiento, para otros responsabilización, para otros humanidad....)

Lo que está claro es que nosotros establecemos  la definición o buscamos el concepto de justicia restaurativa que más se acerque a lo que realmente es, indicamos los objetivos, y lo que no es un fin primordial, y sin embargo, la Justicia Restaurativa puede implicar diferentes cosas para cada víctima y cada infractor, no hay tantas Justicias Restaurativas como partes, lo que hay distintas formas de influenciar o impactar a la víctima y al infractor a través de los procesos restaurativos. Esto es así porque cada persona es diferente a la otra igual que cada parte y las necesidades de una víctima, pueden ser totalmente diferentes a las de otra, aun cuando el delito sufrido sea el mismo, y ni que decir tiene que con el infractor pasará lo mismo, para unos la asunción de responsabilidad será fácil y para otros lo definitivo será el enfrentarse cara a cara con la persona a la que dañó (ver que su acción si causó unas consecuencias dañosas para seres humanos).

Por eso, esta Justicia Restaurativa es más humana porque parte de sentimientos y se construye en torno a estos, eso sí, manteniendo una mínima construcción doctrinal y metodológica que de seguridad y estabilidad al proceso.  

Posted: 25 Nov 2013

23 de nov. de 2013

‘É uma prática que precisa de preparação e planejamento’


ENTREVISTA


Tiro separa famílias

“O que teria sido apenas uma brincadeira virou estampido, sangue e tragédia. Fascinado por um revólver que lhe caiu nas mãos, o adolescente encostou o cano da arma no rosto do amigo e desafiou: ‘E agora...?’ A arma disparou. A bala atravessou o rosto do colega e se alojou próxima à têmpora, de onde não pôde ser retirada.

As lembranças trazem mais do que dores de cabeça para a vítima: doem no coração dos jovens e das suas famílias. Embora vizinhos, ninguém se falou mais. Judicialmente responsabilizado pela tentativa de homicídio culposo, o ofensor cumpriu medida em liberdade. Incentivado por sua orientadora a refletir sobre as consequências do seu ato, aceitou ouvir o relato de quem teve que senti-las na carne.

O caso foi então encaminhado para a Central Judicial de Pacificação Restaurativa. Relutante, mas incentivado pela família, a vítima também se dispôs ao encontro. Um Círculo de Construção de Paz foi realizado com a presença dos jovens e suas famílias. Num ambiente seguro e protegido, a família do ofensor contou que se afastara porque tinha medo de retaliação e sentia vergonha da tragédia causada por seu filho. A família da vítima disse que, em meio à dor e à raiva, muitas vezes chegou a duvidar que o tiro tivesse sido acidental. O jovem baleado pôde expressar o peso de suportar uma dor quase permanente: as fisgadas da bala ainda metida em sua cabeça.

Essas revelações reabriram os canais, promoveram empatia, restauraram os laços de amizade e a compreensão de que o evento fora acidental. Um perante o outro, ambos os jovens admitiram que naquela época faziam coisas arriscadas e reconheceram que o acidente fez parte de um modo de vida que haviam modificado desde então. Ao término de algumas horas de encontro os jovens e suas famílias se abraçaram, aliviados. A bala nunca pode ser removida. Mas a muralha de rancor e desconfiança entre as famílias não existe mais.”

Ressarcimento
 
“Ameaçados por dois rapazes armados de revólver, dois empregados de um restaurante não tiveram opção senão entregar o malote no qual transportavam 15 mil reais para serem depositados no banco. As investigações apontaram quatro infratores, três deles menores (dois já tinham trabalhado no restaurante, um deles, ainda era empregado no local). A vítima e todas as testemunhas haviam sido ouvidas, e o processo estava pronto para julgamento. Pela gravidade, o fato justificaria o Juizado da Infância e Juventude internar os três adolescentes no Case. A vítima, porém, insistia na devolução do dinheiro. Tanto os jovens como suas famílias, bastante envergonhadas, se propunham a restituir o valor.

O processo foi suspenso e um círculo com a presença da vítima resultou em acordo. Os jovens cumpririam as medidas de liberdade assistida, prestação de serviços à comunidade e, à titulo de reparação dos danos, cada um devolveria R$ 2.750 à vítima. Foi combinado que os pagamentos seriam feitos com o próprio trabalho dos jovens. Por isso, durante meses, eles tiveram de comparecer pessoalmente para pagar suas prestações no mesmo restaurante que haviam assaltado.

Os acordos foram cumpridos, a sentença nunca foi prolatada e foram poupadas três vagas no Case. Os três jovens se reorganizaram e, até então, não se envolveram mais em delitos. Todos experimentaram um processo de responsabilização e amadurecimento cujos resultados provavelmente seriam muito diferentes caso tivessem ficado um ou dois anos presos. Num contato recente com o facilitador, a vítima avaliou positivamente o resultado. Inclusive, lamentou não ter conseguido reaver a parte do dinheiro por parte do outro jovem envolvido que, por ser maior de idade, não teve seu caso encaminhado à Justiça Restaurativa.”

Doze anos de punição

“Uma funcionária estava proibida de frequentar a cozinha da Escola. Ela fora acusada de abrir a válvula do gás para incriminar uma colega. O fato tinha ocorrido há 12 anos, mas a proibição se mantinha. Desde aquela época ela nunca mais tinha entrado na cozinha.

Tudo estava registrado em Ata. Um Círculo de Construção de Paz foi realizado com a equipe daquele colégio. Foi um Círculo com muitos desafios e desfechos, mas, no final, tivemos um bom resultado. Hoje a funcionária tem acesso à cozinha, apenas com restrições iguais às de todos os demais funcionários.

Por detrás da história, o circulo revelou um poço com 12 anos de mágoas acumuladas. Há 12 anos a merendeira fora trocada de função e colocada para cuidar das crianças no pátio da escola. Pouco tempo depois, um vazamento de gás na cozinha alvoroçou toda o colégio.

Suspeita de sabotagem e mesmo sem ter sido formalmente julgada, a ex-merendeira acabou condenada a 12 anos de ressentimentos e estigmatização. Presumida culpada, a situação gerou sentimentos de exclusão e muita raiva contra a colega, que passou a ocupar o lugar no qual ela nunca mais pode entrar, sequer para aquecer sua refeição.

Sentimentos que persistiam e infectavam o ambiente escolar, até serem tratados através de uma prática restaurativa.”

A verdade jogada pela janela

“A avó reclamava que não conseguia mais lidar com ele. Queria livrar-se do “demônio” (como ela o chamava). O neto não lhe dava mais sossego. Na falta de outro familiar que o recebesse, o destino do menino seria o acolhimento institucional.

Antes, porém, o Ministério Público encaminhou o caso para a Central de Práticas Restaurativas da Infância e da Juventude. No Círculo de Construção de Paz, o garoto revelou a raiz da sua perturbação. Segundo lhe contara a avó paterna, pela qual fora criado desde bebê, ele não teria sido apenas abandonado pela mãe, mas, com apenas 11 meses de vida, fora por ela jogado para fora da janela de um carro em movimento.

De fato, nessa ocasião a família se envolvera em um acidente de trânsito, quando o pai do menino dirigia embriagado. O veículo capotou. O casal e a criança se feriram e foram hospitalizados. Ainda no hospital, as famílias se desentenderam. O bebê teve alta antes dos genitores, e a avó paterna o assumiu.

Desde então, não permitiu que a mãe visse o filho. Quinze anos se passaram sem que mãe e filho se falassem. No Círculo, a mãe revelou ter mentido à polícia para proteger o companheiro das consequências legais do crime de dirigir embriagado. Não era verdade que tivesse jogado o menino pela janela do carro.

O menino perdoou a mãe, e reatou os laços com ela. Hoje, eles moram juntos. O menino frequenta a escola e estabilizou seu comportamento. Mantém um ótimo relacionamento com a mãe e o padrasto. O garoto voltou a ser tranquilo na escola e mantém-se em dia com os estudos. No encontro de Pós-círculo, disse estar se sentindo muito feliz. O ‘demônio’ da família foi exorcizado.”

Herança imerecida
 
“Um homem morreu e deixou a esposa de 29 anos sozinha para criar duas filhas, de oito e 10 anos. A mulher decidiu cobrar a herança que acreditava merecer: a casa onde o sogro morava. O senhor, de 76 anos não tinha para onde ir. Assim começou a discórdia que separou as duas netas do avô.

A mulher insistia que tinha direito à casa, e o idoso afirmava que não tinha condições de deixar o lar. Dois anos depois da morte do filho, ele acabou perdendo também a esposa.

A partir disso, longe das netas e sem a companheira, o idoso passou a viver uma situação de grande sofrimento. A nora insistia que não abriria mão do que era seu. O conflito foi levado à equipe da Central de Práticas Restaurativas, que propôs a realização de Círculos de Construção de Paz com a família.

Durante a realização dos Círculos, descobriu-se que a casa onde o idoso habitava não lhe pertencia totalmente. A posse do imóvel era dividida entre ele e outros três irmãos. Depois de compreender que afinal, não tinha direito ao bem, e que, mesmo que tivesse, receberia apenas uma pequena parte, a nora desistiu da briga.

Avô e netas puderam voltar a conviver. Os Círculos de Construção de Paz possibilitaram que os laços da família fossem restabelecidos.”

O peso da culpa

“Um menino de 12 anos e seu irmão andavam de bicicleta por uma das ruas do bairro Monte Carmelo, onde moram com a família. Na mesma ocasião, um senhor idoso caminhava pela mesma via. Ao colidirem as bicicletas, os irmãos perderam o controle dos veículos. O menino, sem conseguir desviar, acabou atropelando o idoso. O garoto se tornou réu em um processo de homicídio culposo.

O menino, que antes sempre fora um bom aluno, agora não conseguia mais acompanhar as aulas na escola. Acabou reprovado. A culpa pela morte do idoso fazia com que tivesse medo da polícia. A mãe, não fazia mais compras no mercado do bairro, onde a filha da vítima trabalhava. As famílias, que eram vizinhas há muitos anos, deixaram de se falar.

O caso foi encaminhado para a Central Judicial de Práticas Restaurativas. Um Círculo de Construção de Paz foi realizado entre as duas famílias. Nesta conversa, a filha do idoso contou que enquanto o pai estava no hospital os médicos lhe informaram que a saúde dele já estava muito debilitada – tinham descoberto um fungo em seu pulmão. Se o idoso não tivesse sido hospitalizado (por causa do acidente), provavelmente teria transmitido a doença para outras pessoas.

A filha do senhor idoso declarou no Círculo, que perdoava o menino pela morte do pai, e que, para ela, não existiam culpados nesta situação. Ela pediu que ele voltasse a frequentar a sua casa. No fim, a família do menino foi embora de carona com a filha do senhor. O processo foi arquivado sem nenhuma sanção para o menino. O garoto retomou seu bom desempenho escolar. As famílias voltaram a conviver.”

Um dos expoentes da Justiça Restaurativa, o belga Jean Schmitz está em Caxias do Sul treinando profissionais que trabalham na mediação de conflitos. Schmitz e a maranhense Ilvaneide Carvalho compartilham experiências para solidificar a atuação dos três núcleos de Justiça Restaurativa na cidade.

Pioneiro: Um dos módulos do curso fala sobre reuniões restaurativas. Do que se trata?

Jean Schmitz: as reuniões restaurativas são organizadas quando se tem uma situação de conflito. O encontro é entre o ofensor, a vítima, pessoas de apoio e a comunidade. É para entender o que se passou, para que as partes possam se expressar. Ao final, se busca soluções para resolver os conflitos. É encontro voluntário. É uma prática que precisa de preparação e planejamento.

Pioneiro: Por que a Justiça Restaurativa é tão incompreendida?

Ilvaneide Carvalho: Desde que o mundo é mundo, as pessoas querem que alguém pague pelo que se fez, sem se importar se alguém poderia ser recompensado ou reparado. Se eu te bati, tu vai querer me bater, mas ninguém quer saber porque eu te agredi. Na Justiça Restaurativa se tenta entender o que aconteceu anteriormente para explicar o que levou a gente a entrar em conflito. É a desconstrução de algo construído há muito tempo.

Pioneiro: Policiais militares e guardas municipais estão sendo capacitados. Qual é o papel deles?

Ilvaneide: a Guarda tem um trabalho dentro da escola em Caxias. Estão sendo capacitados para que possam trabalhar com a prevenção no âmbito escolar. Tem também a ideia de desmistificar o militarismo.

Pioneiro: Quais experiências em outros países podem ser aproveitadas no Brasil?

Schmitz: No Peru, temos um projeto-piloto dentro de uma delegacia. Uma policial foi capacitada para dar atenção, ouvir e deixar a vítima se expressar, o que não é comum nessas repartições. Com isso, começamos a ter muito mais pessoas fazendo denúncias, porque antes não confiavam na polícia.

Participe
Na próxima quarta-feira haverá palestra sobre Práticas Restaurativas na América Latina. O especialista no assunto Jean Schmitz falará para o público em geral e estudantes. O encontro será às 19h30min no Bloco H da UCS, com entrada gratuita.
Central Judicial de Pacificação Restaurativa
- Perfil: trabalha com casos que tramitam na Justiça.
- Endereço: Rua Doutor Montaury, 2.107, Exposição (prédio do Fórum). Fone: (54) 3228.1988.
- Horário: segunda à sexta, das 9h às 18h.
Central de Práticas Restaurativas da Infância e da Juventude
- Perfil: atende casos encaminhados por escolas e pela rede de assistência e proteção social.
- Endereço: sala 112 do Bloco 58 da UCS. Fone: (54) 3218.2100.
- Horário: segunda à sexta, das 8h às 11h30min e das 13h30min às 17h30min.
Central Comunitária de Práticas Restaurativas
- Perfil: trabalha com casos envolvendo moradores da Zona Norte.
- Endereço: Rua das Fruteiras, 925, bairro Santo Antônio (prédio do CRAS Norte). Telefone: (54) 3901.1484.
- Horário: segunda à sexta, das 8h às 12h e das 13h às 17h.
O Pioneiro. 23/11/2013 | N° 11850

FERIDAS TRATADAS

Conheça histórias de gente que superou a raiva e o orgulho para selar acordos de paz por meio das centrais do Núcleo de Justiça Restaurativa de Caxias do Sul


Caxias do Sul – Em um ano, quase 1,8 mil pessoas driblaram orgulho e medo para resolver conflitos, antigas mágoas e desavenças. Improváveis em outros tempos, esses encontros ocorreram sob a supervisão de profissionais das três centrais do Núcleo de Justiça Restaurativa de Caxias do Sul. Isso só foi possível porque houve gente disposta a perdoar e reparar erros, avanços importantes para uma cidade marcada por relações conturbadas.

Desde a inauguração do Núcleo, em novembro de 2012, as centrais jogaram luz sobre 233 casos de agressões, ameaças, roubos, brigas por herança, dívidas e outras situações envolvendo adultos, adolescentes e crianças de diversos bairros e classes sociais. Problemas que se arrastavam havia anos dentro de lares, em comunidades ou no Fórum, sem perspectiva de solução. Os resultados até agora mostram que a violência não se vence apenas com punição, mas também por meio do consenso.

A receita parece simples. Basta reunir alguém que praticou a ofensa ou violência de menor potencial ofensivo em uma mesma sala com a vítima para que ambos possam expressar sentimentos. Esse processo é chamado de Círculo da Construção da Paz, e o objetivo final é estimular o autor a reparar o dano.

Contudo, a abordagem requer esforços e ações específicas, o que imprime complexidade à tarefa. Afinal, poucos são corajosos a ponto de assumir falhas. Igualmente difícil é superar o rancor e o orgulho. Quem transpõe essas barreiras se sente recompensado, vitorioso.

As três ramificações do Núcleo atuam com diferentes segmentos de Caxias. A Central Judicial de Pacificação Restaurativa, aberta no Fórum, lida com casos litigiosos. A Central de Práticas Restaurativas da Infância e da Juventude atende na UCS e prioriza conflitos em escolas. A Central Comunitária de Práticas Restaurativas trabalha com moradores da Zona Norte. Juntos, os serviços favorecem acordos extrajudiciais ou abreviam trâmites na Justiça. A diferença é que os procedimentos não exigem a participação de um juiz, promotor ou advogado como nos processos tradicionais. Crimes hediondos, porém, continuam tratados pelos métodos convencionais.

Faltava uma casa – Uma das vantagens é tratar diferentes situações. Um exemplo aconteceu no bairro Diamantino. A vida do capoeirista Jean Batista Teixeira Santos, 58 anos, estava desmoronando. Os quatro filhos e três enteados enfrentavam dificuldades de relacionamento e aprendizado na escola, não havia comida para alimentar a garotada e o salário do trabalhador era e ainda é insuficiente para pagar contas básicas. Ainda assim, ele encarava a rotina com um certo otimismo.

Mas um dia a situação beirou o insuportável. Sem energia elétrica na moradia, o chuveiro, a geladeira e a única TV se tornaram inúteis. A família ficou semanas às escuras. O reflexo foi previsível: o desconforto em casa deixou a criançada agitada. Eles brigavam com os colegas na escola e não correspondiam à expectativa dos professores. Logo, a culpa recaiu sobre Jean, que aparentemente estaria sendo um chefe de família negligente e poderia ser responsabilizado judicialmente.

Mas o caso acabou encaminhado para a Central de Práticas Restaurativas da Infância e da Juventude, na UCS. Jean teve oportunidade de relatar o que estava acontecendo.

– Percebemos que a origem dos problemas passava pela estrutura da casa. A moradia era precária, estava pendendo de um barranco e não havia condições de ficar ali. Descobrimos que o local havia sido interditado há anos pelos bombeiros. Tudo isso gerava as outras situações – relata a coordenadora da Central, Katiane Boschetti da Silveira.

Mobilização – Os facilitadores convocaram representantes das escolas, funcionários do posto de saúde, da Secretaria Municipal da Habitação e da Assistência Social, entre outros. Formou-se um grande círculo e se buscou as soluções. O município, por exemplo, já havia doado a madeira para a construção de uma nova casa para a família, mas faltava mão-de-obra. As irmãs do Imaculado Coração de Maria assumiram a contratação de pedreiros e carpinteiros e a aquisição do restante do material. Jean, por sua vez, se comprometeu a manter filhos e enteados na escola e dar-lhes mais atenção. As crianças se tornaram menos agitadas e apresentaram avanço na performance escolar. Um novo círculo está programado para reunir o capoeirista e a família. Desta vez, a ideia é prepará-los para a casa nova. Jean absorve os compromissos e as mudanças com serenidade.

– Abriu portas e me deu um fôlego – resume.

Desfechos positivos como o do capoeirista surpreendem os defensores das práticas restaurativas. Mas todos reconhecem que há muito trabalho pela frente. Tanto que os profissionais das centrais, policiais militares e guardas municipais participam até a próxima semana de novas capacitações.

Para marcar o primeiro ano, o Núcleo lançará uma publicação sobre a implantação da Justiça Restaurativa em Caxias. O material produzido pela jornalista Caroline Pierosan trará relatos de transformação social e pessoal a partir do projeto.

Algumas dessas histórias estão reproduzidas nas próximas páginas desta reportagem. SEGUE

adriano.duarte@pioneiro.com
ADRIANO DUARTEPioneiro. 23/11/2013 | N° 11850

Hacia una ley sobre la Justicia Restaurativa ....

Ayer leía un artículo de una juez en la que hablaba de la necesidad imperiosa de regular la mediación penal para que esta se consolide porque según ella, sino se corre el riesgo de que desaparezca.

Por una parte, estoy de acuerdo con ella en esta necesidad no tanto porque no se vaya a consolidar sino porque así se dotaría de reconocimiento al trabajo que venimos haciendo desde hace ya unos cuantos años, y se eliminaría de paso las diferencias de apoyo económico existentes entre las diferentes Comunidades Autónomas con competencias en justicia y las que no tienen.
No obstante, se debe matizar, una ley de mediación penal, lo que supondría es limitar la eficacia y restringir derechos para las victimas, porque dejaría fuera otros procesos restaurativos y con ellos su posible aplicación a determinados delitos; como por ejemplo, aquellos de peligro en los que no hay víctima determinada, o casos en los que el infractor no ha sido identificado... , es decir no se llegaría a todos y cada uno de los casos y muchas víctimas no tendrían la oportunidad de acudir a estos proceso cuando debe ser un derecho universal, igual que privaríamos a ciertos infractores de la posibilidad de asumir su responsabilidad, de ser agentes activos y de reparar el daño tanto moral, como psicológico y /o material. Esto, sin duda, iría en contra del principio de igualdad, y haría una escala, víctimas e infractores de primera y otros de segunda.

Debería incorporarse en la futura ley de procedimiento penal, la referencia de la misma manera que se ha hecho ya en el Estatuto de la víctima a la Justicia Restaurativa, sus requisitos, características y mínimas normas que den estabilidad a los servicios, por supuesto, que la herramienta más conocida : la mediación penal, también puede tener su referencia, eso si, dejando claro sus diferencias con otra clase de mediaciones. . En esto, todos estamos casi de acuerdo, porque una ley daría cobertura legal, y reconocimiento a  nuestra labor. Sin embargo, no nos podemos engañar lo que puede hacer que los procesos restaurativos no funcionen no es la falta de ley, sino la necesidad imperiosa que algunos tienen, de querer controlar todo el proceso de forma exhaustiva , se quiere burocratizar la Justicia Restaurativa, se la quiere convertir en la hermana pequeña de la actual justicia retributiva y este es el riesgo, si en algo se diferencia esta Justicia es precisamente en su capacidad para adaptarse a las personas y sus necesidades, y no al contrario. Por eso, normas mínimas en una ley, si, pero teniendo claro que son los procesos restaurativos los que se deben adaptar a la víctima e infractor y no a la inversa.

Posted: 22 Nov 2013

22 de nov. de 2013

Encontro debate a importância da cultura de paz e da justiça restaurativa


Fábio Costa/Ag. Pará
Várias autoridades participaram no Hangar da abertura do I Encontro de Cultura de Paz, Justiça Restaurativa e Mediação de Conflitos, que prossegue até sexta-feira

    Da Redação
    Agência Pará de Notícias
    Atualizado em 21/11/2013 às 16:43

    A prática da cultura de paz e da justiça restaurativa no Pará começou a ser debatida nesta quinta-feira (21), no I Encontro de Cultura de Paz, Justiça Restaurativa e Mediação de Conflitos, realizado no Hangar Convenções e Feiras da Amazônia. A abertura contou com a presença de 330 pessoas, incluindo a integrante do Comitê Gestor do Pro Paz, Izabela Jatene, o secretário Especial de Promoção Social, Alex Fiúza de Melo, o diretor geral da Escola de Governo do Pará, Ruy Martini, a presidente da Fundação de Atendimento Socioeducativo do Pará, Terezinha Cordeiro, e o coordenador do escritório do Fundo das Nações Unidas para a Infância (Unicef) em Belém, Fábio Atanásio de Moraes.
    Na primeira palestra do Encontro, Izabela Jatene abordou o tema "O Universo Relacional entre o Eu e o Outro - Compreensão da Diferença na Construção da Cultura de Paz", destacando a importância da construção da cultura de paz no Estado, e da troca de experiências entre os convidados e os palestrantes de outros Estados e países da América Latina. "Tratar sobre a prática da justiça restaurativa com palestrantes de outros lugares tem um valor de extrema importância, e agora, tendo a base da cultura de paz, mostramos que é capaz de unirmos esforços, melhorando a relação entre o Eu e o Outro. Quando vemos a participação de diversas pessoas de vários locais, percebemos que a rede de proteção está se fortalecendo", afirmou.
    Segundo Izabela Jatene, a realização do Encontro de Cultura de Paz facilita a capacitação de educadores, para que eles possam introduzir a prática da justiça restaurativa e a mediação de conflitos nas escolas. "Implantado a cultura de paz nas escolas eles conseguem evitar o conflito e revalorizar a relação entre as pessoas. Dentro das Unidades Socioeducativas da Fasepa, aqueles conflitos que geraram uma privação de liberdade possam ser revisados e revistos sobre uma nova perspectiva", acrescentou.
    Quem também ministrou palestra na manhã desta quinta-feira foi o procurador e defensor de menores e incapazes de Buenos Aires (Argentina), Atílio Alvarez. Com o tema "Justiça Juvenil Restaurativa na Convenção Internacional dos Direitos da Criança da ONU", ele falou sobre o modelo de justiça restaurativa desenvolvida na Argentina e em outros países da América Latina. "Esse é um modelo social que integra o jurídico no campo social, que é muito amplo. Realizamos um trabalho de intervenção social entre os adolescentes em conflitos com a lei, suas vítimas e seus familiares e temos a responsabilidade de reparar possíveis danos sofridos, por meio de programas e métodos distintos do processo judicial e de responsabilidade penal", disse ele.
    As palestras prosseguem à tarde. O Encontro será encerrado nesta sexta-feira (22). O Encontro de Cultura de Paz, Justiça Restaurativa e Mediação de Conflitos é realizado pelo governo do Estado, por meio do Programa Pro Paz, da ONG Terre des Hommes e Unicef, em parceria com a Fasepa, Coordenadoria Estadual da Infância e da Juventude (Ceij), Universidade Federal do Pará (UFPA), EGPA, Escola Superior de Magistratura, Tribunal de Justiça do Estado, Corpo de Bombeiros, Ministério Público, Defensoria Pública do Estado, Fundação Papa João XXIII (Funpapa) e Secretaria de Estado de Segurança Pública e Defesa Social (Segup).

    Texto:
    Tiago Furtado - Pro Paz
    Fone: (91) 3201-3633 / (91) 8193-3156
    Email: hsf.tiago@gmail.com

    Pro Paz - Por uma Cultura de Paz
    Centro Integrado de Governo - CIG (Avenida Nazaré, 871) CEP: 66035-170
    Fone: (91) 3201-3725 / 3201-3724
    Site: www.propaz.pa.gov.br Email: fernanda.leitao@propaz.pa.gov.br / fernandaleitao11@gmail.com

    El acceso a la Justicia Restaurativa como derecho universal y no solo para determinados delitos

    Que los conceptos se confunden es una realidad pero cuando se hace para hacer propaganda es cuando resulta peligroso, a la par que contraproducente, lo último una asociación andaluza, a la vez que reivindica la justa anulación de la doctrina Parot ,algo con lo que tanto yo como las dos asociaciones que presido, estamos totalmente de acuerdo, reivindican algo que no sé lo que es ...porque su texto es el que sigue:"han realizado un proceso de mediación con sus víctimas a través de encuentros restaurativos y han pedido perdón"
    Primero, es justo y necesario que se reivindique la justicia restaurativa y en delitos graves como los que afectan a la doctrina Parot, son más necesarios, sin embargo, una vez más, se mezcla la mediación con la justicia restaurativa y para colofón se alude al perdón como si fuera el objetivo esencial.

    Veamos, estos encuentros restaurativos a los que hacen referencia, son eso, encuentros restaurativos y no son mediación penal porque muchos de ellos no reunen las características para ser mediación penal, porque por ejemplo, se encontraron  victimas con algún terrorista pero no eran los directos autores del delito sufrido por la víctima etc...Ahora, parece que hay una nueva moda, ya no se confunde mediación penal y justicia restaurativa sino que se piensa que el método para realizar los encuentros restaurativos es la mediación, cuando no es ni mucho menos así. Si se realiza una mediación penal, con las diferencias pertinentes con respecto a la mediación en otros ámbitos, si tendrá como método mucho de la mediación, sin embargo, si se realiza un encuentro restaurativo de otra índole, el método será el del facilitador de la Justicia Restaurativa, similar a la mediación, de acuerdo, pero ni por lo mas remoto igual. Además el lenguaje neutral de la mediación puede resultar ofensivo para víctimas, especialmente de delitos graves como los que estamos hablando. Deberían haber dicho que se realizó un encuentro restaurativo, la mediación no venia a cuento, tal parece que ahora todo pasa por mediación, cuando no es así, y otro ejemplo, las conferencias restaurativas ¿también acabaran diciendo que es mediación? por supuesto que ni el método, ni las características tienen que ver con la mediación. 

    Y una vez más, se debe decir que el perdón no es el objetivo de la justicia restaurativa ni de ninguna de sus herramientas, esto es algo personal, que dependerá de cada víctima y cada infractor, no niego que es liberador para muchas víctimas y de hecho durante el proceso de justicia restaurativa puede darse, sin estar planeado pero no podemos mover a víctima e infractor y/o comunidad a un encuentro restaurativo, bajo la premisa de que hay que pedir perdón y perdonar, esto no es ni siquiera bueno y sincero, De ahí, que estos encuentros restaurativos, que según esta asociación fueron eliminados por el partido político que está actualmente gobernando,  no funcionaran en toda su extensión y con la potencialidad que tenían, cuando las cosas no se hacen bien, aunque no se hubieran suprimido hubieran fracasado por su propia inercia.

    Pero es que además, no se entiende que se haga referencia a lo prohibido pero no se hable de la buena noticia de la referencia a los servicios de Justicia Restaurativa, que por fin el futuro Estatuto de la Víctima  contiene y que desafortunadamente, no sé muy bien por qué ha pasado desapercibido, y es que lo bueno es que se hace referencia a esta Justicia Restaurativa en una norma de ayuda a la víctima, porque esta justicia surge por y para las víctimas, con independencia de que ayudando a las víctimas también se ayude al delincuente a asumir su responsabilidad y querer cambiar y así reinsertarse.

    Y por último hay algo que me indigna, y es que se reclame la supresión de estos encuentros restaurativos, no estoy a favor de que se supriman pero si que se hagan abiertamente, sin el secretismo que rodearon estos aunque luego ya se dio algo de publicidad, que se hagan por personas preparadas para afrontar encuentros restaurativos, y no confundan conceptos , que se centre en el objetivo del proceso y que ni mucho menos es el perdón, y algo esencial que se extienda a toda clase de delitos y para todos los infractores y todas las víctimas.
    Me parece realmente injusto que se diera la oportunidad a determinados presos y no a otros muchos, esto contraviene el principio de igualdad ante la ley parece que hubiera infractores de primera y de segunda, cuando debe darse la oportunidad a todo delincuente que quiere asumir su responsabilidad, de poder hacerlo y devolver algo de bien por el mal que hizo. Y por supuesto de la misma manera, es una total injusticia que solo se diera la oportunidad a unas víctimas  de participar en estos encuentros restaurativos, la justicia restaurativa debe ser un derecho universal para cualquier víctima con independencia del lugar del delito y el crimen cometido ( no en vano en el estatuto de la víctima se habla de que la víctima será informada de los recursos existentes entre ellos de los servicios de justicia restaurativa existentes). 


    Posted: 21 Nov 2013

    “É chegada a hora de inverter o paradigma: mentes que amam e corações que pensam.” Barbara Meyer.

    “Se você é neutro em situações de injustiça, você escolhe o lado opressor.” Desmond Tutu.

    “Perdoar não é esquecer, isso é Amnésia. Perdoar é se lembrar sem se ferir e sem sofrer. Isso é cura. Por isso é uma decisão, não um sentimento.” Desconhecido.

    “Chorar não significa se arrepender, se arrepender é mudar de Atitude.” Desconhecido.

    "A educação e o ensino são as mais poderosas armas que podes usar para mudar o mundo ... se podem aprender a odiar, podem ser ensinadas a amar." (N. Mandela).

    "As utopias se tornam realidades a partir do momento em que começam a luta por elas." (Maria Lúcia Karam).


    “A verdadeira viagem de descobrimento consiste não em procurar novas terras, mas ver com novos olhos”
    Marcel Proust


    Livros & Informes

    • ACHUTTI, Daniel. Modelos Contemporâneos de Justiça Criminal. Porto Alegre: Livraria do Advogado, 2009.
    • AGUIAR, Carla Zamith Boin. Mediação e Justiça Restaurativa. São Paulo: Quartier Latin, 2009.
    • ALBUQUERQUE, Teresa Lancry de Gouveia de; ROBALO, Souza. Justiça Restaurativa: um caminho para a humanização do direito. Curitiba: Juruá, 2012. 304p.
    • AMSTUTZ, Lorraine Stutzman; MULLET, Judy H. Disciplina restaurativa para escolas: responsabilidade e ambientes de cuidado mútuo. Trad. Tônia Van Acker. São Paulo: Palas Athena, 2012.
    • AZEVEDO, Rodrigo Ghiringhelli de; CARVALHO, Salo de. A Crise do Processo Penal e as Novas Formas de Administração da Justiça Criminal. Porto Alegre: Notadez, 2006.
    • CERVINI, Raul. Os processos de descriminalização. 2. ed. rev. da tradução. São Paulo: Revista dos Tribunais, 2002.
    • FERREIRA, Francisco Amado. Justiça Restaurativa: Natureza. Finalidades e Instrumentos. Coimbra: Coimbra, 2006.
    • GERBER, Daniel; DORNELLES, Marcelo Lemos. Juizados Especiais Criminais Lei n.º 9.099/95: comentários e críticas ao modelo consensual penal. Porto Alegre: Livraria do Advogado, 2006.
    • Justiça Restaurativa. Revista Sub Judice - Justiça e Sociedade, n. 37, Out./Dez. 2006, Editora Almedina.
    • KARAM. Maria Lúcia. Juizados Especiais Criminais: a concretização antecipada do poder de punir. São Paulo: Revista dos Tribunais, 2004.
    • KONZEN, Afonso Armando. Justiça Restaurativa e Ato Infracional: Desvelando Sentidos no Itinerário da Alteridade. Porto Alegre: Livraria do Advogado, 2007.
    • LEITE, André Lamas. A Mediação Penal de Adultos: um novo paradigma de justiça? analise crítica da lei n. 21/2007, de 12 de junho. Coimbra: Editora Coimbra, 2008.
    • MAZZILLI NETO, Ranieri. Os caminhos do Sistema Penal. Rio de Janeiro: Revan, 2007.
    • MOLINA, Antonio García-Pablos de; GOMES, Luiz Fávio. Criminologia. Coord. Rogério Sanches Cunha. 6. ed. rev., atual e ampl. São Paulo: Revista dos Tribunais, 2008.
    • MULLER, Jean Marie. Não-violência na educação. Trad. de Tônia Van Acker. São Paulo: Palas Atenas, 2006.
    • OLIVEIRA, Ana Sofia Schmidt de. A Vítima e o Direito Penal: uma abordagem do movimento vitimológico e de seu impacto no direito penal. São Paulo: Revista dos Tribunais, 1999.
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    • PRANIS, Kay. Processos Circulares. Tradução de Tônia Van Acker. São Paulo: Palas Athena, 2012.
    • RAMIDOFF, Mario Luiz. Sinase - Sistema Nacional de Atendimento Socioeducativo - Comentários À Lei N. 12.594, de 18 de janeiro de 2012. São Paulo: Saraiva, 2012.
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    • ROSA, Alexandre Morais da. Introdução Crítica ao Ato Infracional - Princípios e Garantias Constitucionais. Rio de Janeiro: Lumen Juris, 2007.
    • SABADELL, Ana Lúcia. Manual de Sociologia Jurídica: Introdução a uma Leitura Externa do Direito. 4. ed. rev., atual. e ampl. São Paulo: Revista dos Tribunais, 2008.
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